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viernes, 17 de septiembre de 2010

NUEVAS TRIBUS URBANAS: DE LOS FOLLAMIGOS A LOS TECNOSEXUALES


La posmodernidad, además de un estado mental, es un poco un cajón de sastre en el que cabe de todo, si es que gozamos de la sana y desacomplejada predisposición necesaria para ello: desde diversas teorías críticas con el pensamiento rectilíneo(y progresivo) moderno, rupturas con formas de figuración y representación de la realidad tradicionales, desaparición de las ideologías, desmitificaciones de todo tipo y pelaje, creación de un entorno psicológico y relacional basado en las nuevas formas tecnológicas, escepticismo y descreimiento ante los poderes públicos, revalorización de la incertidumbre como método de análisis...
Con la posmodernidad hemos evolucionado de lo predecible a lo cuántico, de lo exacto a lo relativo, de lo compacto a lo fragmentado.
Y esto también es aplicable a ese hecho sociológico que en los 70-80, en plena eclosión social, llamábamos Tribus Urbanas. Un collage y amalgama variopinto que se daba en las grandes concentraciones urbanas, sobre todo entre las personitas humanas más jóvenes, y en los que la música, los distintivos, gustos comunes, la ropa, la ideología, la apatía, etcétera, servían de elementos aglutinadores y catarsis gregarias para intentar dar respuesta a esas necesidades juveniles-y no tan juveniles- de creación de identidad, de búsqueda de reconocimiento social, de cohesión intragrupal, de la persecución de unos rasgos reconocibles ante la homogeneidad indistinguible de la masa urbana.

Pero todo esto pertenece al estudio de las subculturas y de la semiótica cultural. Cosas de la cultura prefigurativa. Pero lo cierto es que en los ochenta nuestras calles estaban llenas de rockers, pijos, punks, heavys... compartimentos muy estancos de gustos y modus vivendi irreconciliables en la teoría y la práctica.
Las calles estaban llenas de tipos con pintas ridículas como las que salían en la peli "Warriors, Los Amos de la Noche" de W. Hill.
En los noventa y en los albores del siglo XXI esto dio un giro de 180º(aunque las pintas ridículas se mantuvieron intactas). Cuajó el sincretismo, se relativizaron los dogmas y las formas culturales, se embarullaron los distintivos y los gustos se mezclaron en la batidora del incipiente posmodernismo.
Surgieron de esta eclosión de novísima majadería los pokemones, los emos, los góticos, los floggers, etcétera.
Así que llegó el ansiado momento en el que un heavy trashmetalero podía escuchar punk o rock sinfónico sin contraindicaciones y sin que los colegas se riesen de él.
Así que lo que hace unos años sería:
- Mira al Freddy, mucho Kreator y Metallica, pero dice que le mola también Pink Floyd y Keane... ¡¡vaya matao y heavy del Corte Inglés que es el tío!
Hoy sería:
- El Freddy sabe de música la tira. Por la mañana se pone a Kreator, por la tarde a Pink Floyd y por las noches a Enya... es un tío culto, abierto, tolerante, que escucha de todo. ¡Eso es riqueza musical, coño!!

Pero yo no voy a hablar de emos, rockers o pokemones y otros fantasmones, sino de otras tribus y razas de la noche y el día mucho más sutiles, disimuladas entre el asfalto, flores urbanas de todas las edades, que comparten modus vivendi aunque no siempre gustos comunes, y que están ocupando ahora mismo las calles de nuestras ciudades en silenciosa invasión.
Por ejemplo, l@s follamigos:

- LOS FOLLAMIGOS: Con la posmodernidad, y la llegada de métodos anticonceptivos más sofisticados, prácticos y seguros, se flexibilizan las cosas del querer y del retozar. Los zangolotinos y zangolotinas ya no se ennovian - ¡ayyy, esos duros y morbosos años de maniobras orquestales en la oscuridad de Cines sin acomodador y alivios rápidos en sus casas cuando sus padres se van de fin de semana al pueblo!-con el horizonte de una familia con niños por delante.
Se generaliza, entre hombres y mujeres, el peterpanismo, la falta de compromiso, la laxitud de las rígidas formas pre-matrimoniales y de noviazgo tradicionales..
L@s guays y modernos no tienen novi@ o compromiso ninguno: tienen follamigos o follamigas.

A la tribu de los follamigos se la puede encontrar al caer el sol, de copas con su pandilla de freaks calvos y barrigudos o señoritas maqueadas desastrosamente que frisan la treintena, los jueves, viernes y sábados... mientras que los domingos y miércoles, si les entran ardores en el bajo vientre, llamarán(o serán solicitados) a/por su follamig@ oficial para quitarse un poco las telarañas de la carne.
Pero, en el fondo, lo que quieren los follamigos es sólo alguien que los quiera y les pida en matrimonio(aunque sea por lo civil) para abandonar de una vez por todas ese estado caótico-sentimental relativista con que los tiempos modernos y su dictadura invisible los ha encasillado, y que cada día que pasa les produce mayor desorden emocional e inseguridades múltiples.
Con el tiempo, Sodoma cansa y Gomorra ya no satisface como antes, todo cansa, y la sensación de desarraigo existencial y pérdida de tiempo se vuelve crónica.




- LOS CHANDALEROS: Es esta una tribu urbana que lleva a orgullo hacer gala y exhibición impúdica de su desafortunado sentido estético, sobre el que ellos priorizan la comodidad antes que la armonía de los colores y las formas.
Lucen los lunes, martes, miércoles... mayos, junios, julios... años capicúa y bisiestos... su perpetua indumentaria chandalaria-patibularia del Carrefour o Alcampo.
Te los encuentras en la cola del súper, en las comuniones, en el Cine, los ves en Roma de viaje y siguen en chándal, en Misa de una, en orgías... ten van en chándal hasta a los clubs de intercambio de parejas o a los platós de Luar en la TVG.
- A mí me gusta ir cómodo- ese es su estribillo recurrente y categórico.

Se dividen en tres tipos:
1) Los que nunca hacen deporte. Tanto les da bajar al bar a jugar un tute cabrón que ir a la boda de su hija. El chándal forma parte indivisible de ell@s, como la cera de sus orejas. Si se lo quitan se autodestruyen.
2) Los que hacen deporte. Los vigoréxicos también lucen ropa deportiva permanentemente. Ellas prendas muy ceñidas para marcar bien en el trasero las horas y horas de dietas y multipowers, mientras que ellos visten camisetas de tiras para mostrar al mundo sus muscles y cuerpo bien anabolizado.
3) Los yonquis y macarras. El chándal Adidas no falta en su ajuar. Entre grito y empellón, calada de porro y pastelito de crema, los yonquis publicitan en las plazas y calles de la ciudad sus cartones de vino Don Simón con sus imperecederos chándales a cuestas.
Son los comerciales del chándal en el mundo. Adidas, Nike, Puma... les debería de pagar un porcentaje de sus multimillonarios beneficios por ello.
Los venden mejor que el Ronaldiño ese y a cambio no reciben ni un duro.
Una situación totalmente injustay denunciable.



- SEÑORAS DE GRATIS: Una tribu urbana que me pone efervescente. Las señoras de gratis, como su nombre indica, son esa pandilla de mujeres ociosas, con muchacha de hacer las cosas de casa, generalmente ya entradas en años(suelen pertenecer a familias acomodadas de las zonas centro de la urbe, con maridos bien situados económicamente que ganan las lentejas para ellas)que aparecen de la nada haciendo cola para coger las entradas gratuitas de algún espectáculo subvencionado o te están calentado butacas ante algún concierto de la sinfónica en las calles o una conferencia de lo que sea.
Lo que más efervescente me pone es que a ellas les da igual que el evento les guste o no o les importe o interese algo o no. A ellas lo que les pone es que sea de gratis.
A que pase el tiempo cuanto antes, a eso van las señoras de gratis.
Así, cuando llega, por ejemplo, el festival de Jazz Barrié de la Maza en A Coruña, nunca quedan entradas, pues las señoras de gratis están apostadas desde primera hora para hacerse con ellas.
Y después, claro, para dormirse calentitas en sus butacas mientras suena free jazz.
El ocio, esa construcción posmoderna, es una perversión en las manos de algunas advenedizas.


- FANS DE TIM BURTON: Veneran al director californiano(¿qué coño hará un gótico en la soleada California?) y todas las goticadas que éste dirige.
Los reconocerás porque se peinan como Eduardo Manostijeras, se maquillan de pálido como los difuntos de "La Novia Cadáver" y se visten como los pueblerinos de Sleepy Hollow mientras te sueltan un speech plomizo sobre los hallazgos visuales de la nueva revisión-patata de "El Planeta de los Simios" de Burton... y se quedan tan anchos.
Son una cosa como entre emos, góticoplastas y amantes del Cine fantástico más comepalomitas y blockbusteriano de las pantallas.
Han leído un par de relatos de Poe, bajado del emule tres discos de Sister of Mercy y Covenant y ya se autoproclaman los campeones de la lobreguez, de las atmósferas insanas y tétricas, los príncipes oscuros de lo Dark, los herederos de Bela Lugosi, el Vampiro de Düsseldorf y Charles Manson.
Casi me quedo con los chandaleros y su sacrificio de la estética en pos de la comodidad, porque ir como éstos van de riguroso negro y con botas de herrajes plateados en verano y en la playa bajo la canícula de julio ya tiene que ser vocacional.
Lo de hacer el indio te tiene que gustar. ¡¡Viva Satán y la madre que lo parió!!



- LA TRIBU DE LOS DIVORCIADOS: Al lorito. Ojo que pincha. Danger. Éstos y éstas son de traca y media. Eran personas normales hasta que a los 42 años se divorcian y mutan, como los Pokemon.
La discreta vecina de toda la vida a la que deja su marido por una compañera de la oficina ahora la ves por la escalera y parece una sensual Vamp, años 40. Zapatos de tacón de aguja, vestido más ceñido que un plástico de CD para lucir curvas y mucho más tuneada que un coche con alerones y tubarros o que el árbol de navidad de Sara Montiel.
Antes no salía de casa y ahora te frecuenta los sábados noche el Chaston y el Golden Fish("La Parrochita Dorada") para volver a retomar la caza mayor del macho desesperado.
De los rulos y la bata a la selvática y depredadora actitud del jaguar.

A ellos, los divorciados, los reconoces porque a sus 45 a cuestas les da de repente por ponerse chándal y a echar a correr -como si los persiguiese el cobrador vestido de torero- por el paseo marítimo para bajar barriga, o eso dicen. Se meten en gimnasios, se gastan dinero en ropa más "juvenil"(lo que ellos llaman "juvenil" y "estar al loro", claro), llaman a antiguos colegas de trabajo del Corte Inglés para salir de copas, se peinan a lo "Anasagasti" para disimular la calva de monje(tonsura), se hacen cuenta en el facebook o en algún chat tipo Meeting para encontrar pareja...
Para, al final, lo de siempre, acabar frecuentando los sábados noches el Chaston y el Golden Fish y encontrarse con la renovada javata de tu vecina de antes.
Eso sí, ahora cada uno con dos hijos de otro matrimonio, con lo que los problemas crecen y la situación promete para un guión de sitcom.
Se irán a vivir juntos algún día y ella volverá a la bata y los playeros y él dejará de correr hasta el próximo divorcio.
Ces´t la vie!!!


- LOS G.C.P: La Gente Con Prisa abunda en la ciudad. Es una tribu fácilmente identificable, son como los Speedy González de las avenidas y las calles pero sin acento mexicano:

- No puedo pararme, tío, que tengo prisa...
- Vengo de... y voy hacia... te llamo y quedamos, que ahora tengo prisa...
- Llego tarde, llego tarde, llego tarde...
- ¡Cuánto tarda en abrir ese semáforo...!! ¿por qué conduce ése tan lento? ¿Qué se cree, que está en un rally de tortugas? ¡¡Vamos, vamos, vamos, despertad, coño, que no llego...!

Nadie sabe a dónde van ni de dónde vienen, ni ellos mismos, pero siempre quieren llegar a algún sitio y no tienen tiempo ni para mirar el reloj.
Supongo que será ese precipitado y compulsivo viaje a ninguna parte que nos lleva de un sitio para otro, el ruido y la furia, y que mencionaba Shakespeare.
Los G.C.P, si llegan algún día a directores de Cine, te ruedan artefactos vertiginosos-que tampoco te llevan a ninguna parte como espectador- como "Moulin Rouge" o "A Todo Gas III".



- TECNOSEXUALES: Poseen Ipad, Ipod, Mp5, Playstation 4, Tablet PC, Mac, Netbook, Blackberry... y cualquier cachivache de tendencia y última generación que hayan sacado al mercado en los últimos dos días.
Si este martes, más o menos, sacan un Iphone con más prestaciones que hace dos semanas, el jueves ya lo tienen ellos para llamar a su madre y que los espere para comer las lentejas con chorizo recalentadas.
- Mamá, ya subo yo el pan, vete calentando las lentejas que tardo media hora...- le dicen a través de su nueva máquina de tendencia.

Con una compulsión rayana en una patología esquizoide por el diseño y todo lo relacionado con la electrónica, estas personitas fetichistas no necesitan del contacto humano para generarse sus orgasmos multimedia.
Su sexualidad está saciada con la adquisición de estos inventos de hombre moderno, comprometido con la ideología totalitaria de la tecnología, cuya exhibición ante los demás(- Mira que tengo aquí... tócalo, trátalo con cuidado, cógelo con las dos manos, suavecito, muévelo muy despacito... ahhahahaha, uhmmmmm, así, así, que es el último Iphone 3GS con cámara de fotos de 10 megapíxeles... uhmmm)les provoca inusitadas pero prolongadas e intensas oleadas de estimulante placer sexual.
¿Quién quiere una mujer al lado, sin depilar y con pistoleras, quejándose todo el día ,teniendo el Tablet PC a mano y todo el sexo de la red a un click de ratón táctil?
¡¡Viva la virtualidad sexual!!!



- LA TRIBU DE LOS JUBILADOS DE LAS OBRAS: 9 de la mañana. Cinco obreros currando en la zanja y 37 jubilados mirando para ellos.
Esto es España.
Pero todavía hay más, porque si alguno de esos jubilados es del sector construcción o derivados, no tardan en comenzar los comentarios y murmullos hasta que se oye que alguien dice en voz alta:
- Oye, chaval, que a esa mezcla le falta agua...
- Esa viga tiene que ser más ancha o...
- Por ahí no te va a entrar la excavadora...

Son la tribu de los jubilados de las obras los únicos que se pueden permitir el pasarse 8 horas diarias delante de un edificio en construcción sin cobrar un duro por ello. Por eso, que no os quepa la menor duda, hay que quitarse el sombrero, porque lo suyo sí que es devoción y vocación. Y además cumplen una función social: trabajan gratis supervisando la labor de los demás. A ellos les debemos, en parte, que las mezclas tengan sus porcentajes más o menos convenientes y que los edificios no se caigan unos sobre otros cada tarde, entre otras muchas cosas.
A la una se marchan a casa a comer y dormir la siesta. A las cinco bajarán a jugar la partida y pasarán de nuevo a echarle una visual a la obra, a ver si se han cumplido sus indicaciones al pie de la letra o no, con el riesgo estructural que ello conlleva.




- LAS PAREJAS CONJUNTADAS(ANTES SINGLES-CHIC): Ella lleva la falda verde Kelly y él un suéter verde Kelly. Él unos zapatos rojo amaranto y ella una boina rojo amaranto.
Y no son personajes fabulosos sacados de una obra de Virgilio. Existen y mucho.
Y siempre van juntos y pegados. Son las Parejas Conjuntadas, cuya morfología estética les lleva a armonizarse en combinaciones apropiadas de colores y prendas sin mácula antes de salir de casa.
Imposible salir de casa con la más mínima distorsión o disonancia, como por ejemplo vistiendo dos tonos de granate que se maten entre ellos; o que él vaya con una camiseta de Led Zeppelin y ella con un traje-chaqueta fashion-chic de Bimba Bosé... o ella con bailarinas del Carrefour y él con sus zapatos italianos de Prada.
Hay muchas parejas que van así, más de las que os podéis imaginar. Abrid los ojos esta tarde por la calle y veréis.

Antes de ser parejas conjuntadas fueron singles-chic, adictos a la moda siempre customizados(y lobotomizados) a la última.
Si estaba de moda ponerse un cactus debajo de las axilas, ellos se lo ponían.
O unas gafas más grandes que el rostro y el cuerpo juntos...
O si alguien lanzaba un nuevo diseño de traje-chaqueta basado en la mitología del universo de Winnie The Pooh y, a la vez, ribeteado con fresas de temporada... ahí estaban los primeros.
Seres en constante ebullición creativa, que se dice ahora.
"Os máis cortos de toda a aldea", que diría mi abuela.


Un día hablaremos de alguna tribu todavía más posmoderna, como la de Los Hijos Únicos, los adictos al msn y al FB o la de Los Padres Primerizos que invade los parques y las tardes en las bibliotecas municipales, que también son para darles de comer a parte.

Saludos de Jim, seres proverbiales.

3 comentarios:

RAS dijo...

Muy bueno, Jim, sencillamente muy bueno. Creo que vas reuniendo papeletas para ocupar el sitial dejado por el difunto Labordeta, pero eso sí, en versión posmod y sin cantar, que escribiendo como escribes, ni falta que te hace.

Anónimo dijo...

Jaja, si, qué buen análisis.

Estoy contigo, casi que respeto más a los que van siempre en chándal (será porque me pasa algo parecido).

Y en mi caso yo también me había fijado en la tribu de las parejas conjuntadas, ¡para mí son los más raros!

Un saludo ;)

Jim Alegrías dijo...

Muchos zenkius, RAS.
Y si hay que cantar se canta, que si lo hace Berlusconi tampoco parece tan difícil.

Sor Benetidina, las parejas conjuntadas dominarán el mundo.
Tiempo al tiempo.

Saludos de Jim.